domingo, 24 de junio de 2007

Mi deceo, no deceado

La dulce espera se hacia oscura, eterna,amarga. Las palabras ácidas empezaban a recorrer mi boca, los segundos ya no cuentan al momento de saber si entrabas en mi vida, o sí esta acabaría en cuestión de segundos. Las fechas, los días, mis ilusiones se aferraban a sus palabras, no deseado... mis deseos se van por el drenaje, mi deseo, no deseado.

Recuerdo el momento que empece a sospecharte, mi boca sabia distinto, mi estomago daba vueltas, incluso mis ojos veían diferentes, podía imaginarme disfrutándote, amándote, pero también podía verme sufriendo, luchando contra el mundo que no me dejaría tenerte, que me comería viva para obligarme a dejarte, podía ver todo. Pero nada seguro solo sospechas, sospechas que lastiman.
Había llegado la fecha, el momento de aclarar las dudas, el baño me transmitía esa soledad que me enfriaba los pies, que humedecía mi voz. Las rayas indicaban que estabas en mi, que el rumbo del mundo en ese momento iba a cambiar, afuera llovía, los truenos rompían arboles, mi corazón rompía mi piel, pareciera no caber en mi.
Esa noche fue la mas larga, sigue lloviendo, esta vez en mi mente,la noticia no entraba en mi y quería compartirla con la otra parte responsable de este nuevo ser, que vendría dentro de poco. A esa persona q aveces cuando todo queda en silencio puedo verla en la nieve, cuando solo estoy en su recuerdo, en el viento viajan las palabras de este príncipe de alas plateadas, esas palabras que quedaron grabadas en mi. Su aura llena de luz siempre vivirá en mi.
En unas horas logre dormir, descansar, esa noche no soñé nada, me despertó el sol de la mañana después de los días de lluvia, el olor a tierra mojada atravesaba mi pared. Y la mañana húmeda ya empezaba a fastidiarme.

Esa misma tarde, subí al tren a compartir la noticia, mis manos inquietas y mi cabeza no podía para un segundo, las ideas, los problemas e ilusiones mezclados en mi panza.
Te veo esperándome en la estación, tu mirada empapada de preocupación e intriga. Con un beso fugaz, tus ojos me preguntan ¿cual fue el resultado?. En ese momento sobraban las palabras, el mundo se detiene para nosotros, en nuestra soledad, en el vacío de tu mirada cuando te confirme que un corazón mas latía dentro de mí. En ese instante nuestros planetas parecieron alejarse a millones de años luz. Nuestros corazones sintiendo cosas completamente distintas, mi ilusión, tu desconcierto, nunca voy a poder arrancar de mi piel, tus palabras “no deseado” Esto no era lo que esperabas, mi deseo no era deseado para vos.
Fue lo único que dijo

Esa noche fue mas larga y más oscura que la anterior, seguía viéndolo sentado en la estación a mi viejo amor, que despedazo mi ilusión, en esa estación quedaron los abrazos y la felicidad, que nunca llego, allí quedaron mis fantasías, solo recibí palabras frías, ese amor, que ahora esta en un lugar incierto y oscuro alejado de nosotros. El tren parecía llevarme a un lugar infinito donde los relojes se pierden en un sinfín de sueños, el surrealismo borraba mi realidad, sobran excusas a la hora de olvidarme de pensar como iba a seguir mi vida. O debería decir nuestra vida, éramos dos.
Me deje llevar por el tren hacia los sueños. Sueños de aromas nuevos, aromas que me trasladan a lugares que no recuerdo, aromas transparentes, esperando algo que no es... que nunca fue en realidad, mis penas colapsan en pensamientos oscuros de soledad y decepción.

Me hubiese encantado encontrarte, en la realidad, no en mis sueños, poder arrancarte y no pensarte jamas, olvidarte, olvidarme de lo radiante que eras en mi vida, la luz que traías, tus energías, que sin vos ya no puede producir. Deseando tantas cosas no teniendo nada.
Eso me estaba lastimando demasiado, la soledad me invadía, tuve mucho miedo de perderme no poder salir del pozo en el que estaba hundida sin que nadie me ayudaba a salir, nadie me escuchaba, y donde el aire para mi ya se estaba acabando. Deseaba tener alas y volar, no estar mas aquí, no mas así, llorar no era la solución.
La humedad, el invierno que tanto me molestan, comenzaron a irse.


Al regresar a mi cuarto, cada vez mas frío, cada vez mas impregnado de soledad, Mi príncipe de las alas plateadas que solo me hablo de pastillas o métodos alternativos fingí no escucharlo. Pero de solo pensar en eso, las noches se me hacían inmensas sin poder dormir y solo pensar que todo lo que alguna vez soñé se iba a ir por el drenaje, matando mis ilusiones. Todas las mañanas despertaba empapada en sudor y lagrimas, las pesadillas eran constantes, la situación me agotaba...

Esperando que otro día sea mejor que el otro, así pasó una semana, ya no estaba sola en esta cuidad, en este mundo. Sin poder dejar de fumar, encerrándome largas horas en mi habitación, el tiempo seguía corriendo pero nada podía hacer, la única solución que me ofrecían era el aborto. Pero ¿qué había de mí?, ¿Mis sueños? ¿Mi moral?, ¿Cómo podría seguir después de una cosa asi?
Esa idea solo me producía escalofríos, otra vez comenzó a llover, los parques vacios, la lluvia me deprimia, en esas horas de tarde, horribles, un llamado para mi en el telefono, mi principe de alas plateadas me dejaba, con pocas excusas, inservibles, secas, frias.


Paso una semana. La primaver a se acercaba como queriendo sacar la tristeza de mi, el invierno me deprime, su frio me quita los sueños.En primavera los vientos se vuelven brisas.
Dentro de mi te senti como en una brisa de abril, te senti junto a mi. Respaldándome en este camino que sola no me animaba a recorrer, te vi abrazándome en la nieve, esa que te veo cuando solo estoy en tu recuerdo.


Si este es el mundo de las historias tristes y con finales rotos, lo único que pretendía de mi es obligarme a dejarlo, a recurrir a la salida fácil, el aborto ilegal, que corrompía mi salud, mi moral, mataba mi deseo, mi sueño.
¿Acaso iba a dejar que mis sueños se fueran por el drenaje?. No iba a dejar pasar la única oportunidad de tener mi familia, quería lograr tener mi vida por mis propios medios, sin temer a ser yo misma, persiguiendo mis sueños.

Fue así, cuando ese día decidí. Que esto debía terminar, por un lado no quería dejar que este mundo me gane, no quería terminar con treinta años arrepentida de lo que hice a los dieciséis años, que todos los días que restaban de mi vida, cargar con esa culpa, con esa angustia. No quería ser una mas de este sistema.
Pase dos días sin salir a la calle, la ventana era por lo único que vi el sol ese día.
Me gustaba salir a la noche a la terraza, como dije la primavera se acercaba y sus noches son las mal lindas de todo el año.
Mirando las estrellas, armando constelaciones. Fue así como pase casi toda una noche, planeando un viaje a ellas. Planeando escapar hacia la luna con mi escalera.
Así iríamos, nosotros dos, hacia otro lugar, podría tener a mi bebe sin problemas, mi príncipe de alas plateadas que iba a nacer, me cuidaría,
En un segundo cerré los ojos, acercándome al borde de la terraza, me sentí una nena de 5 años, jugando a hacer equilibrio, sonreí, y emprendí mi viaje con mi príncipe de alas plateadas, el verdadero.
Me tire a volar.
Ahora mi deseo, es deseado.

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